Queridos hermanos a los diez meses que El Maravilloso Nitay Charan Prabhu parte de este mundo, nos damos con una nueva y triste noticia la Desapariciòn de Om Nitya Lila Sripad Bhaktivedanta Kankaji Goswami Maharaja.
Este miercoles 12 de Agosto del 2009, partiò de una manera sùbita nuestro Bienqueriente Sripad Bhaktivedanta Kankaji Goswami Maharaja. Èl sufriò un infarto en los precisos instantes que viajaba en bus por Buenos Aires-Argentina.
Goura Kishor Prabhu cuenta; en ese entonces habìa muchos devotos viviendo en el Ashram y el esfuerzo por colectar para mantener el Templo y sus programas era fuerte; pero sin embargo solo se cubrìa un veinticinco por ciento de los gastos fijos. Y, Kankaji Maharaja con su solo Sankirtan cubrìa el setentaicinco por ciento; ese era Maharaja Kankaji, un gran Discìpulo de Su Divina Gracia Abay Charan Bhaktivedanta Swami Srila Prabhupada, un buen hermano espiritual, un buen tìo espiritual, un gran amigo, un buen esposo, un gran padre y un gran; pero gran hombre.
Maharaja Kankaji tenìa la peculiaridad de predicar por las noches en los restaurantes, cafes, hoteles, cines etc. Le gustaba predicar persona persona - rapidamente se hacìa de amigos - era muy amable y carismàtico. Cuenta con mucho entusiasmo Prabhu Goura Kishor que en otrora; èl mismo gustaba de acompañarlo a realizar Sankirtan. Y, entre los devotos a Maharaja Kankaji se le conocìa como aquèl que predica y hace bhaktas con su tierna mirada y su dulce sonrisa.
La muestra que Maharaja Kankaji fue un gran vaisnava es el momento de su partida; pues se fue un dìa antes de Sri Janmastami y dos dias antes de la Apariciòn de su Maestro Espiritual.
A Maharaja Kankaji se le debe mucho; no solo Iskcon le debe su respeto y recuerdo; sino tambièn la Misiòn Vrinda; a la cual se entregò fielmente apoyando y siguiendo con su esposa e hijos a su hermano espiritual Maharaja Paramadveiti para predicar en el nombre de Srila Prabhupada y de Srila Sridhar Maharaja.
Sriman Vidhagda Madhava Prabhu, Radha Govinda Prabhu, Sriman Adveita Prabhu, Sriman Kripa Avatar Prabhu y otros que compartieròn la cocina en las inumerables ofrendas para un sinnumero de festivales que se hicieròn en la finca como en los templos de la ciudad, pueden dar testimonio hablando horas y horas, pueden escribir libros tras libros sobre Kankaji Maharaja y su màgia en el cocinar.
Cuando Maharaja Kankaji entraba a la cocina, el mismo Señor Krsna saltaba de alegrìa y que decir de los devotos. Todos sabian sin lugar a dudas que la fiesta estaba asegurada.
Si hablamos de las pizzas; pues nuestro respeto, nos sacamos el sombrero por Maharaja Kankaji. Què pizzas !, te la preparaba como las pedìas; mejor dicho, a la carta.
Què no podìa hacer!. Mejor empezemos por ahì. Kankaji Maharaja en la cocina; por los devotos, se ponìa la camiseta. Con el arte y talento que el poseìa con tres, cuatro o cinco elementos te sacaba un tremendo festìn, en un dos por tres.
Yo tuve la misericordia de conocerlo por el año 86, tenerlo en casa de mis padres, servirlo con una fiesta de Prasadam y sobre todo contemplarlo a la hora de comer; pues Kankaji Maharaja era un mago... y de los mejores!. Desaparecìa el Prasadam en un santiamen, en un abrir y cerrar de ojos los platos quedan limpios. Daba la impresiòn que no se le habìa servido, aùn. Què gusto sentìa uno al verlo comer, sus ojitos clavados en el objetivo completamente absorto - con una concentraciòn impresionante - se podìa observar una cierta sonrisa que asomaba por la comisura de sus labios. Maharaja Kankaji sabìa muy bien que era Krsna Prasadam; por eso meditaba a la hora de comer sus alimentos. Y si le dabas pizzas; se quedaba a vivir. Asi de amena era su asociaciòn, enseñando con una sonrisa en los labios, de mirada fija y noble y, lo parsimònioso de su comportamiento.
Què gusto siento de haber compartido mì vida con Maharaja Kankaji, haberle abierto mì corazòn, contarle de mis flaquezas, haberlo servido, haberlo escuchado. Y sobre todo tener el privilegio de que Kankaji Maharaja me brindarà su amistad, que me presentarà a sus familia y que me halla invitado a pasar a su hogar; es decir a su propio corazòn. Eso es amor, eso nunca olvidarè.